LAS MUJERES Y EL AMOR
La mujer es un universo, definirlas es complicado, comprenderlas es un arte, amarlas es una empresa delicada. Pero lograr de ellas una respuesta sexual satisfactoria es algo que muy pocos varones pueden conseguir.
Los varones neófitos piensan que al ser aceptados a compartir una cama con una fémina han culminado su labor varonil, y que su propia satisfacción biológica por arte de magia redundará en el placer femenino. Otros buscan como la culminación suprema el Punto G, obteniendo resultados diversos.
A diferencia de nosotros los varones, la hembra es capaz de volver a experimentar en seguida el orgasmo inmediatamente después de haber tenido una experiencia orgásmica, si se estimula de nuevo antes que las tensiones hayan descendido por debajo de los niveles de respuesta. Además la hembra es capaz de mantener una experiencia orgásmica durante un período relativamente largo.
En la anatomía femenina se encuentran muchos puntos de excitación, los cuales muchos varones ignoran, y las propias mujeres desconocen. La naturaleza ha dispuesto que en la especie humana, para la eficacia en la procreación de la especie, se dé una variada gama de alternativas, físicas y síquicas. En el cuerpo femenino es posible encontrar centro nerviosos distribuidos en una forma más amplia que en la anatomía masculina. Por otra parte, el aspecto cultural resulta trascendente encauzando o inhibiendo esas capacidades.
Nuestro mundo moderno, liberal, desprejuiciado promueve un mayor acercamiento sexual, quizás nunca antes visto en la historia de la humanidad. Aunque las insatisfacciones sexuales siguen a la orden del día. Las propias mujeres, educadas según convencionalismos arcaicos aún demuestran reticencias en descubrir sus capacidades amatorias latentes, en ocultar o cubrir sus atributos.
Hacer el amor presenta inconvenientes si se desconocen los detalles que proporcionan mayor excitación a una mujer. Como los centros de placer femenino se encuentran distribuidos en forma muy amplia, un solo varón debe prodigarse en extremo para lograr una respuesta de su pareja. Los tiempos de reacción también son diferentes para hombres y mujeres. El cuerpo femenino esta capacitado para recibir besos, caricias, ternuras, palabras, de más de un solo varón a la vez, aunque muchas mujeres no están síquicamente preparadas para hacerlo por represiones culturales. Sin embargo las relaciones sexuales múltiples difícilmente redundarán en frigidez femenina ya que habiendo más de un varón activando los centro de placer femenino se obtendrá respuesta efectiva.
Ellas consiguen orgasmos múltiples cuando una variada gama de centros nervioso del placer están siendo activados, como también cuando la barrera de las represiones culturales ha sido bajada mediante la conversación, la confianza, o el enamoramiento por su pareja o parejas.
“ Toda mujer ama más de un hombre, pero su vergüenza la hace ocultar el aguijón del amor, aunque esté loca por él” (1)
“ Una mujer habla con un hombre, mira a un segundo y piensa en un tercero” (2)
(1) Nonnus Dionisiaca Ca. 500 A. De C.
(2) Sringa Staka Bhartrihari (Escritura Budista) Ca. 625 D. De C.
|