Aunque no pueda pasar a buscarte para llevarte al recital...

Aunque me pierda esos 15 minutos de espera mientras te terminas de producir cual adolescente pa su primer cita...

Aunque una vez màs no encuentre los aretes que se te antojan justo a ùltimo momento...

Aunque no pueda volver a recibir ese beso casi furtivo...

Aunque tampoco pueda disfrutar de una cerveza mientras te espero temblando, fumando y beldenteando...

Aunque vuelva a estar en nuestro gris invierno, pero èsta vez solo...

Aunque la lluvia bañe solo mi pelada cuando corro al restaurante...

Aunque la distancia, el destino y 800 verdes razones nos separen...

Aunque mi corazon desesperado se parta para alcanzarte sabiendo que ya nunca te tendrà...

Aunque y a pesar de todo y todos, estoy con vos y no solo por èste recital al cual ya sabes, nunca te hubiese acompañado...

Estoy con vos en èste carrusel en el que subimos hace ya un año y que por suerte tiene muchos espejos y por ellos te veo subida al caballito blanco que sube y baja, que te estremece de vertigo cuando parece volar y que te aburre quando solo repite el mismo movimiento.
Estoy con vos y te veo sin que tus ojos adivinen...
y te siento sin que tu corazon cambie de ritmo.

Allà voy, en mi potro rojo que lleva ojos sedientos y patas sin esperanza, conciente de èsta caprichosa obseciòn que gira sin parar desde hace ya un año... Voy a detenerla, a darte mi mano y a ofrecerte mi abrazo para que te bajes e invitarte a caminar descalzos al menos por una noche en la que te mostrarè mi luna roja y mis estrellas negras que se iluminaran al vernos de nuevo juntos.