Hay maldita soledad

Cierro mis ojos y mi mirada llega hacia donde tus lindos cabellos me tocan, no sé dónde estas ni con quien compartes
y que tan grande es tu distancia…

solo prendo la radio
y encuentro un hombre que canta
y motiva a la soledad que abriga tu abrazo,

querer pintar un paisaje sin imaginar su arena
es la creación del sentir,
es muy tarde en este instante los ojos se quieren dormir
pero mi mente te llama …

Recordar cada línea de esos labios que tal vez para este tiempo no los bendice nadie solo la mirada diminuta de un ciego que no permite la luz que tu agonía me entrega.

Recordarte es amarte, es rezarte, es moldear siluetas, y crear figuras. Mirar tu cintura y llevarla hasta mi molde es mi perdición… ¡Hay maldita soledad! que me hace pensar en el beso prohibido de la noche.

Rubén Hernández