Te sientas, esperas, e intentas arrancarte el rosto que llevas puesto. Te sientas, y la sangre bombea, en tu cuerpo muerto de alguna manera. Mentiras. Te agachas y esperas a que pase el viento, para esconderte, y que no te arranque la cara
Texto agregado el 16-08-2006, y leído por 114 visitantes. (0 votos)