solitarias confesiones, de una tarde marginada. Te miro a la cara, y eres otro...
Te miro, te aprecio, intento sentirte, pero es imposible, ya decidiste desde hace tiempo, el futuro de nuestro lazo, hoy solo te retuerces con lo que antes dijiste, con esas confusas palabras que algún día vocalizaste, que ahora se vuelven traisioneras...
Hoy te duele todo lo que pasó, hoy te contraes. te endureces, te apricionas, te encierras, me hablas, te hablo y nada es igual...
Observo tus detalles, tu cara se endureció, me mira con fiereza, con despectiva negación... hoy te vuelves distante, contextualizado... hoy eres otro, otro en comparación al que regalé miradas, al que di mi trozo de mundo... al que di mi corazón. Al que lo tomó, lo miró y lo dejó, al que no le importó lo que me sucediera... al que abrió sus alas y voló, al que cuelmente ironizó la situación, estando feliz, por una libertad que ya tenía, solo después logró dejar la presión. Luego de ese tiempo me levanté, luché contra corrientes tormentozas, y naufragué en parajes completamente diferentes a los que había visto en mi vida de soñadora impedernida...
Y cuando te enteraste de mi gran viaje, dolido partiste a mas tierras antes conocidas a pedir datos, explicaciones, direcciones de mi nuevo rumbo, pero ya era muy tarde, y tu orgullo te hizo su prisionero, te convertiste en un arlequín, de aquel destino incierto... títere que no me muestra su actuación, sino que da la espalda, prefiere el murmullo a las palabras verdaderas... a esconderse entre las demás marionetas y no ser franco con esta viajera, que solo volvió al lugar de origen para ver el espectaculo...

Espectaculo de ironías, y encrucijadas y miradas ciegas que no fueron francas, solo se escondieron entre si, para no mostrar su verdadero sentir...
Término de la actuación... hoy me quedo por última vez en estas tierras, te miro, me miras, pero algo se interpone entre tu verdadero mirar y mis ojos... actor de primaveras otoñales, dame un segundo de verdad, ¡no entiendo tu pesar! mis deudas no son contigo, son con otros personajes de esta obra... de esta compañía; de este teatro de la vida, ¿que me reclamas?, ¡porqué te encierras en tí!, dame un segundo de verdad. Gritame si quieres tu sentir, no me excluyas de esa verdad, pues es mi verdad, son tus conjeturas respecto a mi realidad, es tu visión frente a la mia...

Pero sabes, ya no te preocupes por mí, ya no volveré a tu espectáculo, hoy vi suficiente... hoy me marcho a nuevas tierras, lugares extravagantes que me hechizan, me aterrizan... lugares que me sacan a flote con solo una mirada a sus alrededores... hoy marco mi ruta, hoy no vuelvo a tu lugar... hoy me despido de tu confundida escena... hoy me marcho a mi nueva realidad, lejos de todo, lejos de nadie... Te dejo con tu titiritero, ten cuidado si al confiar, piensa en quien es real, no quien te muestra facetas, y te habla pero en otros lugares te alcanza, te ataca, te mata con las mismas palabras, con silencios... que cambia de marionata como quien cambia acto... de obra... ten cuidado marioneta, que puedes salir lastimado, dañado, tus cuerdas se pueden romper, y dejarte sin sosten, sin seguros... sin movimiento... sin vida... vida en este teatro de la vida...