Inicio / Cuenteros Locales / maidenista / De cómo evitar que un príncipe sea príncipe y siga siendo lo que no es, o sea sapo, y no lo que sí es, o sea príncipe.
Esta vez me encontré haciendo más o menos lo mismo que me llevó al fracaso inexorable otras tantas. Esa tendencia a evitar el juego necesario, imprescindible, la estúpida inclinación a ser sincero me estampó un sopapo de aquellos y me hizo ver en lugar de las estrellas del dolor las fotos de mis pasados errores.
Otra vez lo mismo. y lo peor fue no darme cuenta mientras pasaba. Sabía que esas palabras no me dirigían a nada. Pero no me detuve porque pequeños cambios de forma me engañaron y encubrieron la esencial identidad de lo que hacía. Fue triste ver horas después, con la lucidez de la distancia y sin el envión del que cae por su propio vértigo, que con la calma y la paciencia, con la sutileza que alimenta el arte y de la que toda victoria mama, lo que ahora son destinos inapelables habrían de haber sido una escupidera con mi nombre de la que me reiría histéricamente en mi osadía vomitándola en un desenfrenado orgasmo que me confunde y me hace creer que yo soy todo. |
Texto agregado el 14-08-2006, y leído por 166
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