Píldora en la garganta

Estos son mis pensamientos, los que por la noche persiguen mi sueño, causan mi delirio obligándome a tomar el frasco de pastillas.
¿Adónde va el dinero que a la iglesia le entrego? ¿Existe realmente Dios? Sin embargo lo venero.
¿Me casaré alguna vez? Espero sea más de una. ¿Haré feliz a mi mujer? Primero he de aprender a ser feliz yo mismo.
¿Son mis padres mis padres? Por las dudas no pregunto, me lo han dado todo y a cambio no pidieron nada.
¿Volverá Lindsay (Davenport) a ganar otro torneo de Grand Slam?
¿Tocará Alanis (Morissette) otra vez en Argentina? Ansió llenar mis oídos con el sonido de su armónica, su flauta traversa y su piano.
¿Debo ganar siempre?, Y así sembrar cizaña en mis adversarios, pero acaso: ¿Ganar no es lo más lindo? Siempre digo que la frase "Lo importante es competir" es una bazofia.
¿Me graduaré? No lo sé.
¿Qué viene después de la muerte? ¿La reencarnación? Vuelvo al punto de creer en Dios.
¿La amistad es eterna? Tengo pocos amigos, aunque creo perderlos en mi camino.
¿Creceré algunos centímetros más? Lo deseo, pero: ¿Alimentará en algo mi autoestima? No.
¿Por qué uno piensa más de lo debido? ¿Son tantas las preguntas que me abordan a tal punto de rebalsarme?. Un amigo me dijo que viviera el hoy, que el mañana viene solo, y que sin darte cuanta los años pasan volando.
Son muchas preguntas, muchas respuestas, mucha incertidumbre.
Entre suposición y suposición se mezclan creencias y absurdos, alguien tiene que detenerlas, ¡ah!, ¡claro!, la píldora que ya está en mi garganta.