a Paulina Una vela encendida sobre el pajar una mano de mariposa se desliza a ojos cerrados prohibiéndose la siguiente noche Descendiendo el fuego palpando tus bocas bebes aire del parpadear absorbiendo el mástil Cataclismo deglutido en el frote exquisito piel ondulante torrada en el entredicho no queda sino el pecado de la siguiente cita
Texto agregado el 13-08-2006, y leído por 89 visitantes. (2 votos)