“Hay historias que dan risa y también llanto...”
Sus pupilas miraban en gris,
los colores dasaparecen de su tapiz,
tenía la soledad sufriente del olvido,
ni recordaba ya que había perdido.
Tenía la resignación del esclavo,
que sigue sirviendo liberado,
sufría la congoja de los solos,
ese latir sin freno ni consuelo.
Caminaba perdida entre las calles,
buscando ese minuto fugaz,
esa mirada pegada a su talle,
ese aroma sutil y rapaz,
ese roce químico mordaz,
que la hiciera reaccionar...
Y así pasaron los años,
su madurez la sepultaba,
no llegaba marejada,
y sus costas se secaban...
Caminaba por el mismo sendero,
no quería ya sorpresas ni aguaceros,
que mojaran su seca soledad.
no quería lástima ni piedad,
ni excrutadoras miradas,
quería seguir viviendo anesteciada...
Un piedra arrojada al azar,
la hizo trastabillar...
una mano firme la sotuvo
un torso de hombre la contuvo,
para que no caiga hacia el averno,
de los humanos sin cielo.
Levantó la vista sorprendida,
ese minuto fugaz tocó su vida,
supo que era su sueño recordado,
unos ojos claros, un rostro anhelado,
un soplo nuevo de aire a sus pulmones,
un exaltar la vida y explosiones,
coloridos fuegos de artificio,
que queman los crueles maleficios.
Y desatan las pasiones y los vicios.
Esta era de su vida, la encrucijada,
no supo que decir, tan solo gracias,
y el hombre se alejo,como si nada...
Hay minutos que cambian la desdicha,
Y otros que son como estocada
Hay finales felices en los cuentos,
y otros que opacan la mirada... |