Podía sentir como escapaba, como huía de entre sus brazos sin poder detenerle, miedo, felicidad, envidia, tantas emociones se enredaban en su pecho al saberla libre, al saberla libre y lejana , y que el, el quedaría tendido en medio de ese sitio tan conocido por ya varios meses, ya no la tendría consigo, podía resignarse y descansar, respirar hondo una ultima vez, que paz le traía saber que todo había terminado por fin, podía retornar con tranquilidad.
Plit, plit, plit… gota a gota, segundo a segundo, cada vez mas lejos, cada vez mas confundido, debía detenerla! Lo había pensado bien! Espera!! No quería! No debía dejarla ir! No debía, desvanecer…
Tarde, como siempre llega la cordura... pero tan tarde, su vista nublada, sus ojos pesados, su pulso lejano y ella.. corría, fluía lejos, manchando el suelo de un hermoso carmesí, que divina la presencia de la muerte en un campo de batalla, como ciega a la voluntad para seducir al desvalido, ahora relájate, ya no queda nada, una sola gota de vida en tu cuerpo, la has visto correr entre tus dedos, pero es la primera y ultima vez que la que huye es la tuya propia, respira, lucha, que será tu ultima batalla, lastima que ya haya sido arreglado el resultado…
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