Hay personas que todavía creemos en la paz, por eso me dirijo a ti Oh, Dios... y todavía creemos que algo tienes que ver tú con eso. Me imagino que estás informado de la guerra en el Oriente, ayer, te hablo de sólo ayer, murieron diez personas. Debo suponer también que estás enterado que dos carros bombas explotaron en Irak matando a 25 seres humanos como yo, y que aquí en esta ciudad mientras la mayor parte dormía, un hombre mató a su esposa con dos tiros en el pecho. Te informo también, por si no te ha llegado aún la noticia, que dos narcotraficantes fueron presos en la frontera y que otro murió baleado ahí mismo, y que varios lograron escapar. Bueno, muchas cosas pasan mientras vivo, mientras siento y pienso como un ser humano y sobre eso quería comentarte... . La gente muere y ya no importa si hay un DIos que está mirando, la gente mata y da lo mismo el Cristo que murió por nosotros, al final muchos están muriendo por nosotros también cada día.
Y hay personas, como yo, que aún creemos que eres lo más importante y el más poderoso. No vamos a la iglesia a escuchar tu palabra, pero vivimos tu palabra en el sufrimiento; No oramos a menudo ni ayunamos, pero en el corazón se nos dibuja una fe de que aún así nos amas; no compartimos nuestra fe con nadie, pero no negamos nuestro amor cuando es verdadero; No amamos a nuestros enemigos y menos deseamos su bien, pero esperamos que su infierno o su gloria esté apenas bien lejos de nosotros; No ofrecemos la otra mejilla al que nos martiriza, pero intentamos no martirizar a nadie más; No hablamos en cada momento de ti, pero sí esperamos que tú nos hables...; No somos santos ni devotos, pero sí sinceros pecadores a tus pies...; No pedimos bendiciones, apenas que nos quites las maldiciones, Oh, Dios!
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