No ocultes de mi rostro la importancia
de un amor que dice enciéndete
Del ocaso de mis hombros caen los restos
de una noche donde tomo del amor por un quererte
la malicia pendenciera de mis ojos y ceguera
cuando clava a espasmos su estadía sobre el dolor
de un ya no verte… No culpes a mis manos deslizantes sólo juego en
tus cabellos la razón por no sentir
más sí es culpa de mi mente bajo un sol que sí me miente
del contorno de tu cuerpo del que ahora ya lamento
nunca más poder vivir… La gargantada angustia, presa idónea de mis solas,
se consume a tu deshonra los últimos aires de tu ser
Y el cincel de mi persona me cobra cuerpo a toda hora
mientras que a taras me lamento por donde cojea de
un sustento, mi último querer.
Texto agregado el 12-08-2006, y leído por 235
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Lo leí muy rápido también y no sé si logré aprehenderlo bien. Pero al menos sentí el nudo en la garganta por ese amor que obseciona y ya no está.***** s1ndrome