A Mariela y al verano
Que llegue verano.
Quiero que llegue verano,
porque con él
vendrá Mariela.
Quiero que llegue verano,
porque con él
desaparecerán miles de miles de metros,
porque él
ayudará a que conozca
a la dulce damita de buenas sensaciones
de cálida sonrisa
y de apasionante piel
que un día triste llegó
y que transformó una lágrima
en la más pura felicidad.
Quiero que llegue verano,
porque de palabras no vive el amor,
sobrevive,
mas no vive.
Quiero que llegue verano,
para que me enamore de verdad,
para ser sincero
para decir te quiero
sin titubear,
sin pensar,
sin mentir.
Que llegue verano
para dejar de sufrir.
Quiero que llegue verano
y que él me deje terminar
la larga historia de mi vida esperanzada.
Que llegue verano
y que me deje ver
lo que es el amor
el verdadero amor
el que te hace gritar
que no te deja pensar
el que te apasiona,
el que te llena de verdad.
Quiero, verano
llorar al lado de ella
contarle lo más oscuro y lo más bajo de mi vida.
Quiero a ella darle todo,
lo que nunca pude dar.
Quiero contigo verano,
hacerla reír,
hacerla llorar,
no hacerla sufrir
y hacerla sentir.
Quiero que me quiera
y quiero quererla yo también.
Quiero que se desespere
al igual que yo,
de la misma manera
y que llore
no por triste,
por feliz.
Quiero que llegue verano
para poderte ver, Mariela.
Quiero abrazarte, sí
besarte, tal vez.
Quiero decirte cosas tiernas al oído.
Quiero que rías
y que vivas al lado mío,
convertirme en tu refugio,
y tú en el mío.
Quiero con el verano
querer por vez primera,
llegar a amar
enamorarme por fin
y sufrir
y llorar
no por triste,
por feliz.
Quiero con ella, verano
dejar de ser el mismo,
cambiar,
cambiar por ella,
pero cambiar.
Quiero que ella me cambie la vida
quiero, Mariela, que me cambies la vida.
Quiero que una sonrisa tuya signifique el cielo,
quiero que tus ojos sean mi mundo
y que tu cuerpo sea el mar infinito que siempre quise explorar.
Que de tus labios salgan más palabras dulces.
No quiero que estés triste nunca más.
Quiero que seas feliz
y que confíes en mí.
Que sientas el amor más puro y sincero
y que de mí nunca te falte un te quiero.
Quiero ya, que llegue verano
y recorrer los miles de miles de metros,
que no significan nada
si de ver tu rostro se trata.
Quiero llegar a donde vives,
donde ahora eres feliz.
Que llegue verano
y conocer
aquella tierra que a mi amor vio nacer.
Quiero que en verano
contigo
todos mis deseos se cumplan.
Quiero que me esperes con paciencia,
con la misma paciencia que me irrita
y que me incita a correr hacia ti.
Quiero saciar las ganas que tengo
ganas de verte,
conocerte,
quererte
y saber qué es lo que te gusta de mí.
Quiero que llegue verano
y con él una esperanza.
Quiero verte fijamente a los ojos
y poderte decir, Mariela,
todo lo que siento
quiero confesarme,
quiero ya amarte,
quiero más que nada enamorarte
y enamorarme.
Quiero sacar a la luz
tus más recónditos secretos.
Quiero ser tu confidente
y que tú seas el mío.
Quiero conocerte,
verte,
quererte,
hasta el fin, Mariela,
hasta el final.
Finalmente, que llegue verano.
Quiero que llegue,
que no se escape.
Que no me deje con la ilusión encerrada.
Quiero que me dé la oportunidad
de intentarlo una vez más.
Quiero que llegue verano,
que no se escape.
Quiero, Mariela,
que mi vida triste culmine
y que vuelva a nacer
en el preciso momento,
en el saludo,
en el abrazo,
en el te quiero
y en la vida junto a ti que pienso llevar.
Te quiero, Mariela,
y, por vez primera,
no tengo miedo de decirlo.
Gracias por todo esto,
gracias por estar ahí conmigo,
por darle sentido a mi vida
y por darme el amor y el verano que necesitaba.
Te quiero
y, una vez más,
no tengo miedo de decirlo.
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