… el móvil?, por favor no, quien será ahora. Hola prima…

Las pequeñas mentiras arrojan grandes desconfianzas
Por qué mentimos? La mayor parte de las veces por miedo a enfrentarnos con la verdad que no por conseguir un objetivo más favorable del que pudiésemos obtener con ella. Pero qué tiene la verdad, para ser tan temida? La respuesta emocional de quién la recibe?. Usamos pues la mentira para evitar provocar con la verdad?
El gran inconveniente de la mentira es que no es verdad y nunca encajará bien en la realidad. La mentira es inestable, muchas veces cae sola, otras las tira el tiempo, o alguna incursión de verdad las empuja al descubierto, un acto fallido. Cuando te acostumbras a vivir con ellas, las reconoces en el acto.

…Y entré a la cocina, quieta, sola, sórdida, y comí. Y desapareció la sangre igual que apareció…

Me siento ridículo saliendo solo de copas, pero lo prefiero a salir con gente con la cual no me identifico. He pedido un gin-tónic y me he sentado en una esquina del local, en una mesa de estas altas con taburetes, cojo una servilleta de papel y me pongo a escribir, no es la primera vez que lo hago, me abstraigo de todo y a veces incluso pierdo la noción de donde estoy.
Hoy he hablado con Loli, me da la sensación que está muy centrada, creo que la terapia que está usando conmigo funciona, si funcionar es devolverme a un estado emocional anterior, con el cual, ser capaz de volver a intentarlo con Juani. A veces pienso que da igual si Juani quiere volver o no, sé que nunca perderé lo que nos queda, que dicho así parece que sea poco. Lo importante es que me siento libre como para poder hacerlo.
Cada vez que hablo con Loli he de replantearme cosas, me hace dar con los pies en el suelo, me hace ver la realidad, es mi Pepito Grillo, a veces prefiero no escucharla y le digo que no me llame y poder vivir en mi fantasía, pero cuando todo se derrumba, es capaz de zarandearme hasta devolverme a la realidad, con sumo cuidado, minimizando daños, pero sin reparar en ellos.

Invierno de 2005
Nos dijimos adiós y nos despedimos con un beso y se fue, yo me quedé haciendo la maleta, fue como morir, toda mi vida con ella pasó por mi cabeza, como si repasándolo todo pudiese volver al pasado a cambiarlo, y sólo encontré un cúmulo de circunstancias absurdas que por sí mismas, aisladas y entendidas en su contexto, carecían de importancia, me sentía impotente, era como no dejar caer al suelo con tus manos ni una gota de una tormenta de verano y que las cosas importantes de tu vida dependieran el evitarlo. He hice la maleta y me senté a fumar por última vez en mi sofá, esta acción tan tópica, fue un acto de fe en espera de un milagro, el milagro de que volviera de repente y me hiciera sentir con pasión, que me quería. Sentí en ese momento que me equivoqué, pero la vida va sola y no viene acompañada con libro de instrucciones y era demasiado tarde para rectificar.
Y lloré, lloré toda la tarde y me fui sin dejar de llorar y lloré toda la noche y al día siguiente, y día tras día…

Dice la letra de unas sevillanas que el amor es un viento que igual viene, que va. A veces entender la vida, es tan sencillo como prestar atención al saber popular, pero vivirla, vivirla queridos míos, significa averiguarlo por uno mismo.

Y por favor, no temáis, porque yo… no quiero contar nada…