Vuelan los ángeles a mi alrededor
Y yo duermo tranquilo en la alfombra,
acogedora y simultánea junto a mis versos
eterna y sensata junto al mar.

Vuelan los Ángeles a mi alrededor
y yo descanso, promulgo estas latitudes por doquier
y guardo centavo a centavo la calma
para evitar con tu presencia, enmudecer.

Vuelan tranquilos los ángeles
Y yo desfallezco, uso hasta la última pizca santa
de calma y lentitud… de estrechos abrazos
y de sinceros, directos y vorágines deseos de contemplar
tales miradas, inmensos horizontes,
infinitas cordilleras de circunstancia
y cercanas ondas de tan anhelada libertad.

Vuelo tranquilo junto a los ángeles
y junto a ellos invoco al azar,
predigo situaciones peligrosas
valentía incomparable y fugaces conteos,
intensas sensaciones y atrevidos augurios,
armas letales, perfecta ironía
condenadas circunstancias y desconocidos caminos
por recorrer, por transitar, por construir y por amar.

Nadie sabe con certeza la verdad,
nadie observa a los ángeles a mi alrededor
vuelan tranquilos, parsimoniosos y contractuales,
esferas con imágenes al recuerdo,
hermosas lunas llenas… ojos planetarios,
me recuerdan aquella grata sensación de estar vivo,
aquella grata emoción causada con solo mirar,
con solo observar tal excedente de grandeza,
solo comparable con la compañía de tus miradas,
lo estrecho de tus abrazos, el brillo de tus ojos,
la incandescente fragancia, aquella penetrante mirada,
labios suaves y decididos, fortalezas encendidas,
horizontes cavilativos, prospectos de ideales flagrantes,
sencillos, correctos, decididos, sin igual…

Vuelan los ángeles a mi alrededor
y ahora yo feliz con ellos,
la brisa de cielo me tranquiliza
y la inigualable sensación de estar volando,
invita a mis padecimientos a soñar,
a vestir de verde antiguos temores
a construir nuevos puentes,
y darle entereza a la verdad…

Vuelas los ángeles a mi alrededor…