era la chica mas linda, era gorda, chola, de pelos pintas, pero era tan linda como eso que te hace cosquillas cuando le miras... le dije que no tenía un sol en el bolsillo, le dije que mi madre está llorando como una niña, le dije no sé qué cosas cuando ella me dijo que no debiera de preocuparme, que era mejor irme a una fiesta con ella, con una chica tan linda... fuimos juntos de la mano, le cogí el culo y no dijo nada. le cogí las piernas, los brazos, el pubis, sus ojos, el alma, toda la cogí... y ella se dejó tocar pero con uno de sus senos me dio de lactar y bebí tanta leche que dejé de llorar, de sentir ayuda, de apagar esta bulla que no cesaba de latirme... ya echo un cerdo de leche, le dije que fuéramos a otro lugar, a otro espacio, a otra vida, a otra muerte... ¡vamos!, me dijo, y con un par de cuchillos le arranqué el corazón, me lo comí y sentí que el mío empezaba a latir de alegría... morimos para toda la vida, y cuando salgo a la calle, la siento contenta, con sus senos abiertos y con toda esa leche que cae en mi alma... soy un ser agradecido y por ello es que le he hecho una corona de barro y la he puesto en el cuarto de mi madre que llora, y ella cuando la ha visto, ha dejado de llorar... me ha dicho qué es eso. y yo le he dicho que es la chica mas linda. mi madre ha cogido la corona y me la tirado en la cara. he salido a la calle y no he vuelto a mi casa ya que he visto a mi madre dormida sin saber si respira o dormita... y ahora que ya he salido de toda la vida y la muerte, he buscado un momento de silencio y lo he hallado en este lugar, mientras escucho la voz de la chica mas linda y bebo de sus senos repletos de leche aquí, dentro de mí...
san isidro, agosto de 2006
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