Caminando hacia un lugar doloroso, los pasillos donde las almas velan, y la pena es el sentimiento puro, donde las heridas abiertas sangran, y los gritos son voces en el viento, te vi pasar lentamente, gritando mi nombre. Tome tu mano y la bese suavemente, mientras tu rostro de dolor me decia te amo, y las lagrimas de mis ojos corrian como dos rios... Pidiendo que me pueda ir contigo. Lentamente entraste en la sala, y yo me tire al piso en tu nombre, estire la mano y gimiendo entre lagrimas, pedi que no te fueras de mi lado. Reze los poemas que mi corazon me dictaba, mientras la tristeza me consumia lentamente. En el papel escribo, y mis lagrimas mojan el papel donde escribo la ultima carta a tu amor. Repentinamente, todos los momentos que pasamos juntos se cruzaron en mi mente, aquellos momentos en donde te ame de verdad, y que jure que de mi lado no te irias jamas. Y mi alma se rompio en varios pedazos, como un cristal y el cristal de mi alma se incrustaba entre mi corazon y mis palabras... Mis labios secos estaban, mi voz afonica, mis saladas lagrimas, y mis fuertes llantos, mientras veia tu cuerpo yendose de mis manos lenta y dolorosamente. Todo acabo con un shock, con un adios y un hasta luego, con un beso y un amor, el final triste se torno. El dia en que te pude ver, el dia en que jamas regresaras, fue el dia en que el cielo lloro, y las nubes negras se tornaron. El amanecer se oculto, y las sombras aparecieron...
Esto fue un largo adios, y un hasta nunca de mis suaves manos, ojala volviera a verte, porque extrañarte fue el paso mas doloroso de mi vida, te quiero volver a ver, te amo para siempre, y la muerte no nos separara, y por siempre te vere en mis tristes sueños...
Adios
Juan Cancio |