El infinito parece estar cerca cuando pienso en mañana.
Llegaré a mi horizonte y viviré a mis anchas.

¿Vienes?

Podrías calmar tu sed bebiendo de mis entrañas,
menguar tu hambre alimentándote de mis palabras,
o de mi carne si hace falta,
podrías escuchar mi música
(melodía de mis susurros),
enardecerte con mi mirada,
recogerte en mi vientre
y si llueve cubrirte con mis palmas.

Si el frio aprieta,
busca el calor de mi aliento,
si es Lorenzo el que manda,
busca la frescura en mis carcajadas,
que tienes miedo,
cúbrete con mi piel,
cual niño en sábana.

¿Vienes?

. . . c o m o p e s a e l t i e m p o . . .

Delirios de niña fébril,
fantasias de polvo de hada,
infinito confitado de ilusión,
(con)fín cas(i)resoluto de un "no".

- Voy.