Esta poesía fue realizada a dos plumas, en realidad nació para Milagros SorGalim y aunque no hubiese estado la dedicatoria sigue y seguirá siendo por y para ella con todo mi amor
Bella mía
quiero:
quitar tus lentes,
despeinar tu cabello,
acariciar tu frente,
rozar la punta de tu nariz,
contar tus sonrisas,
percibir tu deseo,
encender tus mejillas,
lamer tu carmín,
besar tus labios
y devorar tu cuello.
Bella mía
quiero:
cantar todas las cuartetas
que desees escuchar,
matar tus fantasmas,
herir tus hirientes,
colocar crema de rosa mosqueta
en cada lesión de tu alma,
y, con mi amor irrigar,
una pomada eficiente
que cure todas las heridas
que puedan haber marcado tu vida.
Bella mía
quiero
con mi boca poder
contar uno a uno los dedos
de tus pies,
y recorrer
cada hemisferio sur y norte
de tus caderas,
contar uno a uno los cabellos
que escondes
entre las pantaletas
y con los pantalones.
Bella mía
quiero:
contar tus vértebras una a una;
subir a tus lomas;
morder con dulzura
las guindas que coronan
tus duraznos;
recorrer tu vientre con mi boca;
y -con mis canas en tu cielo-
comerme esos labios
cual trozos de melona
siempre medio abiertos;
y llenarme con el botón
que en el centro
de los dos pedazos,
llamando a la pasión,
ha quedado rosado
y erecto.
Quiero:
-que quizás me lo consientas-
penetrar en tus grietas.
©curiche
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