Desperté con miedo, de mis sabanas nacía agua,
De pronto estaba en medio de un mar inmenso,
Había flores coloridas.
Las aves eran tan enormes que parecían nubes,
Una parvada de nubes grisáceas,
De repente y sin prisa tú aroma, tan cerca,
Y el miedo se desvanece,
Como se desvanece esta agua que moja,
En medio de esta tormenta,
Parece que el cielo llora,
Como un niño,
Parece que todo empieza,
Parece que todo termina,
Somos polaridad.
Cuando observe mis ojos,
Me di cuenta del brillo que habita en ellos
Y de la humedad que de ellos brota,
Era tu rostro el que se iluminaba,
Era tu rostro el reflejo de mis ojos.
Una ráfaga de viento me absorbió,
Me envolvió en el remolino de espinas y rosas,
Giraba como cometa en tu manto estelar,
Hermoso, pero solo, de pronto, desperté.
Desperté con miedo,
Y tu aroma nuevamente.
¿Dónde estas? ¿Qué es lo que siente este loco sentir?
¿Cuántas lunas pasaran?
El brillo me abrazo,
Quede ciego por un instante,
Fue entonces cuando te vi nuevamente,
Entre risas y llantos,
Entre benditos y malditos,
Quería tocarte,
Mas el rio de lagrimas nos mantenía separados,
Como sol y luna,
Con la esperanza de la eclipsacion,
Éxtasis, gritos, cantares, coincidires, morires y vivires
Que mas, si no la angustiosa espera de verte,
De tocar tú aroma,
Tú aroma dormido.
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