“Amalia el señor quiere el té”, “enseguida se lo preparo Roberto”, fui hasta la cocina, puse el agua a calentar en una pava, mientras tanto preparaba la tetera, la taza y un platito con macitas en una bandeja, el silbido de la pava se escuchaba, así que apague la hornalla puse el agua en la tetera, y me dispuse a subir las largas y lujosas escaleras de la casa. Una vez en el primer piso, el mayordomo me frena, toma la bandeja y lo veo dirigirse por el oscuro pasillo hasta la oficina del señor, di la vuelta y volví a mis quehaceres. Luego de terminar con estos, subí los anchos escalones de mármol, golpee la enorme puerta que me separaba de mi patrón, al no contestar, volví a hacerlo, esta vez con un poco más de fuerza por que seguramente estaría con los auriculares puestos como era su costumbre. Como no me contestaba decidí abrirla, pero me sorprendí al notar que la puerta se encontraba cerrada con llave, por lo que supuse que el señor Oublie se encontraba descansando y no quería ser molestado. Me dispuse a preparar la cena, ya que el señor es inglés, y vio como son los ingleses, almuerzan a las 12, toman el té a las 5, bueno en fin… fui hacia la cocina y comencé a hornear el pollo para la noche. Serví la mesa en el comedor, el salón con los espejos en las paredes, una hermosa y suave alfombra roja, y arañas colgando del techo, y la mesa, la larga mesa de cedro. Ya se encontraba todo en su lugar, el pollo horneado y solo faltaba preparar la ensalada, por lo que llame a Roberto para que suba al primer piso a buscar al señor, y yo fui a la cocina. A los pocos minutos, el mayordomo viene y me pide la llave, la tome, y una vez que estábamos frente a la puerta puse la llave en la cerradura y después de forcejear un poco logre abrirla. Entré a la habitación diciéndole al señor “la cena se encuentra servida”. Al verlo dormido en su silla, me acerco y lo muevo un poco como para despertarlo, y le reitero, “la cena se encuentra servida señor”. Como no reaccionaba me alarme y llamé al Dr. Girad, su médico, quien los llamo a ustedes.
“Correcto, usted dijo que el mayordomo le sirvió al señor Oublie el té a las 5 en punto, y no volvió a verlo hasta que terminó de preparar la cena”, “si así es, no volví a ver a Roberto, me encontraba ocupada”, ”¿además de usted y Roberto hay alguna otra persona trabajando para el señor Oublie?”,”si, la joven que limpia, el jardinero, y un guardia, pero este solo viene en época de vacaciones cuando en la casa no queda nadie”,”comprendo, ¿y de ellos quien tiene acceso a las llaves?,”¿tenerlo?, lo tienen todos, en la cocina están colgadas todas las llaves individualmente por lo que cualquiera puede agarrarlas”,”lo único que encontramos fue la llave en el saco que tiene el cuerpo, el resto de la habitación esta limpia, señor”,”y que hay de las huellas”,”las únicas que hay son las del señor Oublie ,las del mayordomo y las de Amalia”, “el medico forense dice que falleció entre las 17:30 y 18:00, el difunto no presenta marcas, por lo que supone que ha ingerido algún tipo de veneno para suicidarse”,”revicen la casa, busquen algo incriminante, caja de pastillas, envolturas o botellas.”,”esta bien eso es todo por ahora, gracias por su ayuda”. Pasaron muchas horas, veía a los oficiales ir y venir por toda la casa, sacando las cosas de sus lugares, pero sin volverlas a poner. Cerca de las 23:00 todo el cuerpo policial se fue de la casa solo quedamos yo y dos oficiales vigilando la habitación.
Al día siguiente, bien temprano, se oían llegar los patrulleros, otra vez el cuerpo policial ingresaba a la casa, esta vez acompañado de un detective. Este, subió por las escaleras, fue directamente hacia la habitación, recogió datos, tomo huellas, reviso de punta a punta la oficina de mi patrón, cerro la puerta de esta, y bajo a el hall de entrada. Llamo al comandante del cuerpo policial, y al forense, les hizo una serie de preguntas y anotaba cada detalle. Luego se aproximo a mí, y me interrogo. “Cuénteme exactamente lo que hizo el dia de ayer”. Cuando termine de contarle, dio la vuelta, subió la escalera, se paro frente a la puerta de la oficina, y nos llamo a todos. “Amalia, puede traer la llave de esta habitación”, baje las escaleras, tome la llave y se la entregue al detective. Inmediatamente este abrió la puerta, tomo la llave del saco de mi patrón, le ato un hilo, lo paso por un hueco en el saco, cerro la puerta del lado de afuera, y puso la llave en el suelo. Luego tiro del hilo hasta que el otro extremo llego a su mano. Seguido de esto, abrimos la puerta con la llave que yo traje, entramos a la habitación, y la llave estaba en el bolsillo del saco del señor Oublie.”Y con eso que…”, dijo el comandante de la policía, “¿como que?, el señor Oublie fue asesinado”, en ese momento el oficial mando arrestar a el mayordomo,”momento”, dijo el detective,” el no fue quien mato a Oublie, la asesina es ella”.
“A las 17:00 horas del día de ayer, el señor subió el té a la habitación, y fue el único contacto que tuvo con el té, por lo que previamente se tuvo que haber puesto en la tetera una pastilla con el veneno, que con el calor del té, se derritió lentamente; ya que de haber sido en el momento de entregarlo esta todavía seria notoria. Cuando el difunto tomo la infusión, el veneno de la pastilla, lo fue afectando de apoco hasta matarlo. Unas horas mas tarde, Amalia hizo lo que acabo de demostrar, tomo la llave y cerro la puerta. Aquí esta la boleta de las pastillas. Y lo de la llave fue fácil de deducir por el agujero que hay en el saco del señor Oublie”