La noche avanza
mis ojos se pierden inepsorablemente en recuerdos recientes
un hombre sentado frente al mar
destrozando los trozos de alma
que se regalan perpetuamente
pero que siempre esperan ser correspondidos

El papel vuela
como hoja seca
destrozado
marchito por manos que se sienten impotentes
que destrozan en su lento andar
todo lo que una vez le importó

no hay maldiciones
a lo lejos solo archivo la escena
en cuadros lentos
cerveza en mano
chimeneando suspiros
sabiéndome verdaderamente impotente
extrañando lo nunca sucedido
admirando la entrega incondicional
de un amor eterno
que duró 12 años

no hay remedios para quien no quiere ser curado
y en las aguas turbulentas
de una costa del Caribe
de esa tarde de domingo
se esfuma un corazón dolido
queriendo ser ahogado por las olas
como se ahoga el día en el tiempo
como se pierden las esperanzas al sentirse derrotado
ahogado como la vida de quien despierta
y no logra ver luz