Hay una luna escondida, y una sonrisa que duele. Unas manos quietas sin tu piel para rozar. Hay una boca que calla, un silencio que todo lo invade. Un corazón que extraña y un dolor que lastima. Hay una luna desconsolada, un calor que no calcina y un deseo perdido entre sueños, sin puerto de llegada. Hay una voz que enmudece antes de decir te amo un lugar vacío que no llena y un adios que aún retumba en mi cuerpo solitario.
Texto agregado el 07-08-2006, y leído por 152 visitantes. (4 votos)