Enviada de una pesadilla que parecía ser eterna
Mis ojos volvieron a ver la luz del día,
Como cansada de un viaje frió e incierto
Mi alma alejaba pedazos de agonía.

Cobijado mi cuerpo ya lastimado por el tiempo
Desechaba y sudaba el dolor que me estremecía,
Temblando, llorando, desgarrada por dentro
Hoy desperté de esa terrible fantasía.

Creí que con el tiempo la calma a mi vida llegaría,
A veces arriba, a veces abajo pero me pisoteaba con saña la herida.
Despierto y volteo al recuerdo que aferrada yo insistía,
Y con pena me siento, y murmullo cuanto esperaba con este momento.

Hoy desperté de un tormentoso sueño
Dispuesta a sanar esas llagas que mi interior sigue sintiendo
Con oídos sordos y lagrimas que se secan dentro,
Sigo con vida, despierta y con fuerza para lograr lo que tanto anhela mi cuerpo.