-Hola, tienes tiempo de ver a un exalumno mío?
Al día siguiente se presenta Pierre. Hijo de inmigrantes franceses, es un tipo alto, de buen ver, de modales distinguidos y mirada penetrante. Ronda los 23 años.
-Estoy estudiando para ingeniero, pero lo he dejado. Me suceden cosas que no puedo explicar y …
Pierre se había casado hacía tres meses. Cierta noche se despertó sobresaltado desconociendo a su esposa. La golpeó. La chica se marchó por la mañana donde sus padres y no regresó con él. Fue entonces cuando comenzó a tomar licor en serio y cuando empezó a padecer los extraños fenómenos.
En las madrugadas, las sillas de su comedor se movían por todo el local, los grifos del agua se abrían y se cerraban solos. A altas horas se encendía su aparato de música con la consiguiente protesta de los vecinos. Insistentes y misteriosas manos tocaban las puertas y se abrían solas pero nadie estaba presente. A través del techo caían piedras… Pero no fue sino hasta que su propia mano izquierda se atenazó en su garganta tratando de estrangularlo cuando Pierre de veras se asustó y buscó ayuda.
-Pierre, ante todo contésteme una pregunta: su padre tomaba?
-Mucho.
-Y durante el embarazo, su madre tuvo un período difícil, lleno de angustias y sobresaltos?
-Si. La pasaban muy mal en ese entonces. Tiene eso algo que ver con lo que me pasa? Hay algo que no le he contado. Anteanoche tuve una crisis de cólera. Agarré un pesado armario que difícilmente mueven dos hombres y lo estrellé contra los ventanales con una increíble facilidad… Luego traté de herirme con los vidrios pero un familiar me detuvo. Luego, mi cara se transformó semejando la cara de un tío que murió el año pasado. La gente dice que estoy poseído. Es eso cierto? Es posible?
-Si. Definitivamente. Usted está poseído, pero por su propio inconsciente. Cuando usted se hiere y sale sangre tenemos una hemorragia. En su psiquismo hay una fractura, una herida, y por analogía le llamamos psicorragia…
-No entiendo ni una palabra!
-Es su propia energía la que sale a borbollones y provoca todos esos fenómenos que a la gente le parecen tan extraños y tan terroríficos.
-Asumiendo que usted tenga razón… me puedo curar? Le pregunto porque ya me vieron tres pastores, dos espiritistas, un practicante de vudú y el sacerdote que me envió con usted. Me han hecho de todo, y las cosas raras, lejos de disminuir, aumentan.
-Por supuesto que tienen que aumentar. En la medida en que su inconsciente se excita, libera más energía. Y las prácticas a que lo han sometido no son las más adecuadas para tranquilizarlo. No se trata de sacarle ningún demonio que no tiene dentro, se trata de suturar esa fractura por donde escapa su energía sin control…
-Sigo sin entender, pero lo que me importa es saber si me puede ayudar… Vea, vea, la papelera de su escritorio se está moviendo sola!
-Sola no. Si la fotografiáramos con infrarrojo veríamos como sale de usted un haz de energía que la mueve. Usted está muy nervioso. Pero no se preocupe. Saldrá de aquí curado. Tendrá que venir para refuerzos, pero no padecerá más esos fenómenos extraños.
-O sea que, según usted, yo produzco todas esas cosas raras?
-Es correcto. La energía del inconsciente es inmensa, y cuando escapa…Cada uno de los fenómenos que ha padecido tiene un nombre y ha sido ampliamente estudiado. Y todos quieren decir algo. Es una especie de lenguaje. Pasemos a la terapia, si le parece.
Hipnotizo a Pierre. Por medio de las adecuadas sugestiones “suturo” su herida psíquica y restablezco su equilibrio. Pierre no volvió a padecer más ninguna fenomenología extraña… de eso hace ya dos años.
Basado en una historia real. |