Cafè y palabras

Palabras quedan.
Sofocadas,
ahogadas por el miedo.
Pero un dìa estallan.
Se astillan y desmenuzan
como rìgido cristal
alcanzado por la aurora.

Saturan el aire
sus sonidos olvidados.
Ya libres y màs puros,
vuelan y saltan. Fluyen
desde el borde de la mesa
a la taza de cafè.

Saciada su sed de luz,
desnudas de corsets,
de màscara y disfraz,
vagan por el dìa
a lomo de gorriòn,
de brisa fresca,
de alivio.

Cuando al fin
el dìa se disuelve,
se guarecen
entre sàbanas y sombras
de cualquier remordimiento
y de alguna indiscreciòn.