Sucede que te encontré
en la magia de tu rostro que creí perdido
(yo también lo estuve)
cuando me acerqué a tu ventana
-estaba cerrada-
quien sabe,
si tu suave caminar deja palabras
en el viaje de tus ojos
que me encontraron antes del reflejo
antes de ti
de mi
antes.
¿Quién eres?
Ya mi disfraz huele a tiempo
y tu sonrisa es la huella del ocaso
porque cuando veo nacer tu voz
muere mi sencilla soledad
cubierta de hojas
las que no te alcanzan
y te reclaman
como yo quien sabe con qué derecho
en un abrir y cerrar de labios
que no puedo dejar de soñar
cada día que olvido tu rostro.
Texto agregado el 12-01-2004, y leído por 247
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
13-01-2004
wow... como se ceirra el corazón una vez abierto? hay más posibilidades de morir en el intento; mejor quedarse con ese dolorcito que se aminora. Tu poema una belleza, con ese intento de olvido que se dilata con el recuerdo siempre presente. Me gustó mucho la forma en que usas lalgunas metáforas como las hojas o el disfraz que huele a tiempo... muy bien. Me gustó mucho. Saludos y estrellas. CaroStar
13-01-2004
que gentiles tus palabras, que romantico el sentido de las mismas. Ha sido un placer ver quien eres chachi