Apenas tomaba un libro entre sus grises manos y sin motivo aparente que lo empujara se sumergía en el párrafo final. Sólo rumiaba historias tristes y saladas, lágrimas hechas palabras. Tanto sentir que se ha quedado dentro sin poder siquiera echar una tenue mirada al mundo, un mundo que está matándole desde que le floreció la necesidad de un aliento ajeno. Geranios sumergidos en brandy. Miradas grabadas en un bloque de hielo. Quiere escapar de sus ganas y son ellas las que escapan de él. No hay verjas, ni portones. No más que sonrisas exageradas que se estrellan contra un pecho en donde no existe un latido que le pertenezca. Son más de ochenta, ya no alcanzan las horas para historias de tiempo completo, los párrafos finales le sientan bien.
Texto agregado el 04-08-2006, y leído por 1420
visitantes. (5 votos)
Lectores Opinan
31-08-2006
Muy buen corto; se siente la prisa del personaje en su afanado vivir. *Saludos cordiales* charlesworth
07-08-2006
Amigo,cada dia sorprendes gratamente***** gonzoyar
06-08-2006
Muy bueno Mi_Playa
05-08-2006
"los párrafos finales le sientan bien". Qué frase! me atrapó HabloconlaPared
05-08-2006
Excelente luisjo.Excelente..¡¡¡ Qué imaginación para un tema cotidiano.Cien estrellas amigo.El final Genial. GeorgeSand27