Voy dejando el tiempo pasar tratando de aliviar los sentidos; mis momentos incredulos son ya y no creo en nada, ni en mi destino. Mi espiritu constante ha de buscar la homeostasis del alma y el cuerpo, y sigo encontrando un dolor inmortal que no hiere igual al paso del tiempo. Ando buscando el contraveneno que aleje a la muerte; sea la cura del mal que ha reclamado terrenos que sólo son de grata ternura... Busco a la mano que estreche mi mano. Busco a la vida que vida me dé; pido mucho al tan poco haber dado... ...y pediré más, al pasar de mi ayer. MAGO IAA.
Texto agregado el 04-08-2006, y leído por 217 visitantes. (5 votos)