Hay un cajoncito que vive en la espalda de la chica
de contextura simple.
Cuando la chica abre la ventana para ver nevar, el
cajoncito se encierra dentro de sí y obliga a la chica
a estornudar apresurada.
Entonces la chica aprendió a espiar la nieve por una
endija de la ventana y a reunir pétalos imaginarios
de una primavera imaginaria.
Texto agregado el 03-08-2006, y leído por 552
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Buena serie, este, realmente te ha salido tierno. nomecreona
22-05-2008
Una dulzura. Lei los dos anteriores y segui buscando el hilo que unia a todos. Creo que , ademas de la creatividad, son breves historias marcadas por la espontaneidad. Saluditos adriana73
12-03-2008
este cuentito es muy tierno, pero encaja con tu estilo tan particular,sigo pensando y leyendote...pero ahora ya te voy votando MCS