Los días jueves, luego de bostezar, se levanta
simpático, se mira al espejo simpático y se le da por
retorcerse el corazón también simpático.
Por las dudas nunca lo intentó otro día.
Teme repetir los errores del vecino antipático que
una vez le recomendó enojado comprarse un calendario y tratar de disfrutar lo menos posible el
resto de la semana.
Texto agregado el 03-08-2006, y leído por 596
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