Me encontré una tarde soleada pensando como de costumbre en tí, y buscaba por algún rincón un mísero rastro que me indicara tu regreso... pero nada, ni siquiera una sombra diferente de las que siempre estoy viendo.
Quise dejar marcado cada lugar que recorrí buscándote, pero cada símbolo, cada pequeña letra se borraba y desaparecía como si el cielo se abriera para envolverme con sus nubes y desaparecerme también.
Fue entonces cuando me anclé bajo un puente para ver si llefgabas a mí en un barquito de papel,
no se cuanto tiempo ha pasado desde entonces,
pero creo que bastante, ya que mucha gente me visita y deja comida a mi lado, me construyeron un cobertizo para la lluvia... y de ti, nada.
Han pasado todo tipo de embarcaciones, grandes, pequeñas y medianas, aéreas, terrestres, acuáticas pero de tu barquito de papel ni un rastro... a veces pienso que si quisiera ponerme de pie algún día, o correr a tu encuentro no podría, ya que mis huesos se han acostumbrado a no moverse... Pero quizás si llegaras ni te reconocería, ¡tantos años han pasado ya!, debes estar tan o más acabado que yo, o quizás el tiempo ni te haya tocado porque tu no has esperado nada, ni tampoco has recorrido grandes distancias buscando algo que lo más probable nunca haya existido. Tu has gozado de la vida, de amores complacientes y te refugiaste en las noches frías en sus abrigadores brazos, mientras que yo rechazaba cualquier propuesta de esos galanes furtivos que pretendían hacerme olvidarte con sus perfumes exóticos y palabras sencillamente conmovedoras, pero de las mismas que yo utilizaba para engañar novecietas ingenuas cuando algún amigo necesitado de amores lo solicitaba... y todo para terminar finalmente abrazada a un brasero...
Aunque puede que hayas fallecido intentando regresar a mi lado y tus huesos naufraguen en aguas de dudosa procedencia, pero no me pondré a recolectar cada hueso que pasa bajo este puente, mejor tiraré florcitas en tu memoria y me quedaré esperando unos días más que regreses; total he esperado tanto que unos días más ¡que más da!.-

26.03.2000.-