Que es lo que pasa
cuando los estallidos fulminantes,
el dulce olor a perfume
y las suaves miradas, lánguidas y convalecientes
cruzan caminos sin mediar ningún tipo de distancia?

Que es lo que pasa
cuando no existen palabras para describir
intensos e inolvidables momentos
donde el azar y una suerte de circunstancia
inmolan todo a nuestro alrededor,
convirtiendo cualquier escenario
en el lugar perfecto., quizas…

Que es lo que pasa
cuando pareciera que se detiene el tiempo
y por unos instantes comienzo a olvidar
cuando la rojiza caja de Pandora
protesta y protesta sin descanso,
ante tales estímulos del interior
olvidada frialdad?

El fuego cruzado comienza
y las frases comienzan a sobrar,
evidente es la reacción,
el efecto colateral del solo contemplar.
Aquel ángel sin revancha,
ahora yaces frente a mi.
Yaces frente a un luchador
un ser humano en busca de respuestas,
un ser humano que recibe y no espera.
quien en busca de historias,
encontró tesoros inigualables.
Quien en la terrible tarea de insistir,
encontró el ósculo de la verdad.

Sin mediar provocación alguna,
estallaron los timpanos,
el hielo se hizo agua
y los aires a mi alrededor se purificaron sin cesar.
Un suave aroma penetró mis cenizas
y supo encender aquello que parecía inservible
aquello que en tiempos de guerra, herido, desangró.

Hoy soy testigo de mi propio renacimiento
soy juez de mi propia verdad.
Pues las dudas se han disipado
y posiblemente otra vida ya a mi lado está.
Oportuno fue el tiempo, sabio,
Preciso fue en regalarme la oportunidad,
donde meritos y acontecimientos desconozco,
pero gustoso regalaría mis silencios al ocaso
mis versos al mar,
mis miradas a tu sonrisa,
y mis soledades al olvido,
a la compañía aún latente
que felizmente no olvida y recuerda,
que por esas cosas de la vida
hoy me contó un par de secretos
y su mano me tendió para no volver atrás.