La calecita de ilusiones dejó de girar. Los cristales del futuro se rompieron contra una enorme pared. los restos de ellos, volaron con el viento y se perdieron para siempre.
Es una imagen tétrica de lo que fue y no será. Completamente inmovilizado.
Una niña llora por lo perdido. El negro cielo abraza a las lágrimas plateadas del nuevo amanecer. Un amanecer sombrío y silencioso.
Sin caricias, sin sonrisas, sin abrazos.
Estamos viviendo un nuevo mandato, el mandato de grisáceos atardeceres y quietud suprema. Las miradas congeladas, sin sentimientos galopan por las llanuras desérticas Personas sin rasgos, sin aliento, sin vida. Caminan sin mirarse a los ojos, intentando sobrevivir de sus propias pesadillas. Cada uno vive su día en eterno silencio y egoísmo. Bañados en orgullo prefieren perderse antes que aflojar aquella cuerda sin fin. Prefieren perderse para siempre. Dejar pasar algo hermoso, inolvidable y entrar en el mundo de la vida con uno mismo y con nadie mas.
Y a miles de kilómetros, con los ojos cerrados con su cuerpo entumecido respiran el mismo aire de tristeza. Sufren de sus propias palabras, reproches y acusaciones.
Nadie entiende al otro, cada uno prefiere sobrevivir y seguir con su camino.
y ante la lejanía miran el mismo cielo, el mismo cielo que alguna vez fue estrellado y poderoso, solo quedan los restos de aquella belle-epoque que nos acompañó preciosos momentos.
Se puede sentir en el viento al pasar, al atravesarnos esa nostalgia que viaja desde lejos. Comunicándose con ceguedad, orgullo y dolor.
La mañana se trasformó en una tormenta de ideas en donde cada persona, cada individuo pierde cada vez mas aquellos recuerdos hermosos, olvida aquellos bellos momentos vividos. Se alimenta de los que lo lastimaron, se alimenta de dolor y rencor. Y sin darse cuenta, pierde ese tesoro tan preciado que es el amor. Se deja llevar por el dolor y enceguecido olvida lo que realmente vale la pena recordar. Inundados de pérdidas se sumergen en un estado catatónico en donde nada mas queda por hacer. Perdieron aquello tan valioso que mantenía la llama de la vida intacta. Ahora, solo queda por extrañarse a la distancia y esperar... esperar a que pasen las estaciones, esperar que la nieve caiga, esperar que vuelva el calor, esperar a que todo vuelva a su normalidad, esperar a la resurrección del amor y por sobre todas las cosas, el perdon..
y aquella niña espera completamente quebrada algún cambio. Quiere cambiar. quiere abandonar su cáscara llena de dolor y rencores y empezar de vuelta. Espera a esa estrella fugaz que ilumine su corazón con amor y la acepte nuevamente.
Volver a esas tardes llenas de sol y burbujas de colores.Volver a sentir que las miradas no estan mas congeladas y que las sonrisas revolotean por las calles.
Volver a mirar hacia nuestro alrededor y disfrutar de lo hermoso que es el mundo y la vida.