... Y este mar ahogado en soledad, fue secándose poco a poco por la ferocidad de ese calor que desprende el amor... tu amor... llenando mis espacios con sonrisas, antes bañadas en tristezas, e incluso con lágrimas de felicidad cuyo sabor a sal es delicia para el alma, porque con cada gota se inunda el corazón de majestuosos sentimientos.
Aún faltan unos pocos pasos, aún nos escondemos detrás de una gran muralla de pensamientos cerrados y absurdos, pero el tiempo y las ganas están a nuestro favor en esta partida, porque saben que tenemos un as bajo la manga.
En este mundo que acaba de nacer para nosotros, realizaremos todos los sueños que escapaban mientras dormíamos, pues yo atraparé los tuyos y tu los míos para que cuando el alba llegue y nuestros ojos se cansen de estar cerrados, al mirarnos, se nos ilumine el alma... y así, sacaremos cada una de las espinas que dejó clavada la rosa de sentimientos en su tránsito por nuestras vidas mientras la arrancábamos de su antiguo lecho incierto e inexistente... pero nuestros besos sanarán las heridas, y la sabiduría de nuestros cuerpos será la llave de entrada al cielo...