Pasamos muchas noches aferrados a las sábanas;
Escuchábamos BB king, fumábamos buena yerba,
Bebíamos vodka y teníamos sexo por toda la casa.

Ella amaba mi barba oscura y mi poesía borracha,
Yo amaba acariciar su cuerpo desnudo y jadeante
Perdiéndose en el vaivén del deseo.
Fueron tres meses muy agradables,
Pero mi error gatillo su despedida.

Aun ahora encuentro sus cabellos castaños bajo
La almohada y su aroma de jazmín ebrio
Todavía esta impregnado en mi nariz.
Sin embargo su voz suave aun esta errante
En mi habitación, y a cada momento siento
Sus blancas manos rozando mi espalda.

Recuerdo aquellos días en que solíamos
Follar sin pudor alguno en la cama de mis padres,
En la hamaca o sobre la lavadora.
Ahora, alcoholizado y al borde del suicidio
Me lamento porque fue mi culpa su partida,
¡¡Maldición!!
¿Porque tuve que ser humano?
¿Por qué tuve que sentir?
¿Por qué tuve que decirle “te quiero”?