Historia Boere:
El nacimiento de Tomás Boere Pooh
Fue una tarde de Julio, el frío helaba los huesos y en el supermercado había un 15% de descuento en productos vencidos que aún no largaban mal olor.
El padre abrió repentinamente la puerta de la habitación de sus hijas. Paulina, por el susto, dejó caer su tomo tercero del diccionario avalado por La Real Academia Española causando una muerte inmediata por aplastamiento al hámster de Lucila, el cual se encontraba en plena agonía luego de que Luciana le inyectara caldo de pollo en sus venas creyendo que así, el pobre animal, se curaría del resfriado que le había contagiado Noelia al usarlo como pañuelo. Ante el triste fin de Río-Bamba, así se llamaba el hámster, Melina comenzó a llorar desconsoladamente y Lucila, preocupada más por el dolor de su hermana que por la muerte de su centésima vigésima séptima mascota, convidaba a ésta con un chocolate que le había regalado la administradora del edificio y vecina, Luisa. Por aquel entonces, Viviana ya había partido de casa en busca del Arca perdida.
Sobrepuestos a la tragedia y al alboroto, aún con el cadáver del hámster pegado en las páginas que iban desde FRIO a FUTURO, el padre dijo a sus hijas, con voz quebrada.
_Su tío Amadeus se ha ido a los cielos.
Sus hijas, quienes sabían que tenían un millar de tíos y tías, jamás habían oído hablar de este, y para ser honestos, su padre tampoco. Ni siquiera su hermana Natalia lo conocía y eso que ella era más sociable que él.
Pero la noticia no acababa ahí. Al parecer, Amadeus se había dedicado a la música y siendo bastante reconocido en el mundo del piano y el xilofón logró alcanzar la cima de su carrera al tocar sobre el edificio más alto de Chillán, una ciudad bastante al sur de Santiago de Chile, donde su fama fue catapultada de un solo tirón, estampándolo -al pobre- entre las rocas del Cerro Campanario, atravesando todo Linares. Marcando así el final de su carrera. Fue en ese periodo de su residencia en Chile, cuando permanecía internado en el Hospital San Juan de Dios ubicado en la capital del país, recuperándose del duro golpe, que conoció y se enamoró perdidamente de una enfermera llamada Wilma Pooh, hermana del conocido Winnie Pooh, que por aquel entonces triunfaba en el país del Norte. Con ella se casó y al poco tiempo tuvieron un hijo al cual le pusieron de nombre Tomás Pooh.
Al cabo de unos años, el niño adquirió las habilidades majestuosas de pianista que tan famoso habian hecho a su padre, pero luego de una fuerte disputa familiar en donde la autoria de una partitura funcionó como desencadenante, Tomás escapó de su casa adoptando el nombre de Kreutzer comenzando su periodo oscuro, donde realizó varios complots en contra de su padre.
Para cuando Amadeus y Wilma ascendieron a los cielos en un avión rumbo a las Islas de Pascua para nunca más volver, Tomás, conocido ahora como Mr. K, sembraba el terror entre los miembros de la Familia Boere, sin saber, él mismo, que era uno de ellos. Aunque había entablado una estrecha relación con una de sus primas, a la cual apreciaba verdaderamente.
Como la noticia de la huida de los padre de Tomás llegó mucho tiempo después de ocurrida, Jean Boere -su tío, el hermano de Amadeus-, desconocía la existencia de su sobrino, y al comenzar a buscar el paradero de éste, bien grande fue la sorpresa al descubrir que su sobrino no era ni más ni menos que el temerario Mr. K.
Jean Boere, conocido por su recio carácter pero gran bondad, siguiendo las sugerencias de su hija Lucila, aceptó poner a prueba al pequeño Tomás, en busca de sangre Boere en sus venas, y para alivio y alegría de todos -luego de arduos desafíos que ni el mismo Tomás sabia que estaba atravesando- fue aceptado como un miembro más del Clan Boere, bajo el nombre de Tomás Boere Pooh, en memoria de sus padres. |