Un silencio es lo que guardo
cuando el dolor acuchilla el alma
desinflando las murallas
del refugio verdadero

Guardo techo bajo imagen
con derechos extenuados
por los clavos de la pena
Tengo prisa por vivir
cuando todo pecho
se hace niebla
en la frente pecadora...

Todo fuera simple
si esta vida fuera mía
Mas este instante
en que fornico con mi sombra
haciendo presa toda huella
que siempre lleva
hacia el fin del gran camino

Tantas cosas sé
y para qué son éstas
sino para echarlas al río
del tiempo ancho y vigoroso

Miro hacia fuera
nada
Miro hacia dentro
nada
Todo es nada
cuando tengo el vacío
en este instante...

Canto esta noche
estos versos ya dormidos
que no cesan de latirme
cuando pongo la frente
sobre el pecho inocente

Ya agotado
Ya dormido
Ya soñado...
Despierto a un nuevo día
A seguir muriendo
A seguir viviendo...
Es lo mismo
cuando cesa el pensamiento
en una noche triste,
embreada de tuberculosas soledades...

Ardo como el fuego de un verano
Soy lo que soy
Y vivo lo que vivo
Pues nadie ocupa mi asiento
cuando llega el momento
de mirarme a los ojos
con los ojos de la muerte...


San isidro, julio de 2006