El cielo azul me recuerda que debo volver mi rostro y saber de quien es el peso del paso sobre la nuca abrigada. Qué valor le agrega la pena al recuerdo, al vaiven somnoliento de una hoja seca, al apasionado regreso. Sabra que no soy quien cree. Debo descubrir mi rostro
Texto agregado el 31-07-2006, y leído por 255 visitantes. (5 votos)