Últimamente he estado saliendo por las tardes,
Con los únicos amigos que me quedan,
Salimos al centro de la ciudad y damos varias vueltas,
Y charlamos sobre cosas que no tienen importancia,
Mientras ellos se ríen y conversan agradablemente, y bromean, y fingen una sonrisa al escuchar mis chistes, que nadie comprende,
No son la mejor de las compañías, ni son lo que tu eras,
Pero es una buena distracción,
Les atrae esa atmósfera que cargo con migo,
Y les dan ganas de ir a cafeterías baratas
Y tomar expresos en tacitas blancas, muy pequeñas,
Escuchan mi música, y leen mis libros, e intentan criticar mis poemas,
Siempre son cuidadosos en lo que dicen,
Siempre llegan tarde a nuestras reuniones, y siempre piden perdón,
Se avergüenzan y bajan la cabeza, la mirada la hacen pérdida y escuchan mis regaños,
Solo pretenden escuchar lo indispensable,
Cuando me pongo autoritaria,
Parece que me estudiaran, y quisieran comprenderme,
o entretenerse con el raro espécimen,
Soy un anciano de 16 años,
soy el abuelo con 1000 anécdotas,
Y cuando comienzan a aburrirles
cambian el tema, o fingen no escuchar que comencé una historia,
a veces me cuentan sus problemas,
y soy una niña otra vez ante sus ojos,
es la emoción que me provoca el aprender algo nuevo,
y no explican como una persona
con una atmósfera tan fuerte puede comportarse como una adolescente,
adonde se va lo que creo, o lo creen de mi,
y me juzgan y me malentienden, y soy una de ellos de nuevo,
solo quiero hacer las cosas bien, a su tiempo, sin excusas,
no es que crea que es el camino al éxito,
para mi es el camino para salir de la mediocridad,
solamente vivir en paz,
sin alguien que te joda,
sin alguien que te ayude,
como un ermitaño.
Y tu que no estas para darme ánimos
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