A lo lejos se escucha el suave caer de la lluvia.
Miro al cielo y siento su leve golpeteo contra mi piel.
El reloj ya no camina, y el cielo emite una tenue luz mostrandome el camino.
Gritar no ayuda, el viento se lleva las palabras.
La oscuridad me envuelve y me encamina a mi destino.
Suavemente soy arrastrado... y me dejo llevar.
La vida ha quedado atras... lejos ya se encuentra.
No hay naturaleza, el bosque se ha extinguido.
El cantar de los murcielagos... ya no se oye.
Nada.
Ya no hay arriba ni abajo. Solamente, atras y adelante.
Vida y Muerte.
Texto agregado el 30-07-2006, y leído por 103
visitantes. (2 votos)