-¿Qué nos pasa? ¿Nos volvemos locas?
-No, no es eso. No nos comprenden.
-Pero no es normal. Nadie discute contra si mismo.
-Nosotras somos normales. Ellos son diferentes.
-¿Nosotras normales?... todos nos ven como extrañas.
-Somos las únicas normales en el mundo. Quien no comprende es anormal. Además... ¿Qué es lo normal?
-Es lo que todos hacen.
-Eso es lo común. Lo normal no existe, nadie es normal, pues somos todos muy diferentes.
-La normalidad es lo mismo que lo común. Todos hacen siempre lo mismo ¿Por qué nosotras no?
-Nadie hace siempre lo mismo. Aunque vivan una aburrida y monótona rutina, cada día es diferente. Nosotras estamos bien, somos una sola, como también somos dos...
-¡No me digas qué pensar!... yo soy una sola, y no soy normal.
-Eso crees, amiga. Yo soy tú, y tú eres yo. Somos todo, y nada somos. Eso no es común, pero tampoco se sale de lo normal, pues esta palabra no existe. Conocemos tres palabras inexistentes: Nada, imposible y normal.
-¡Cállate! Ser normal existe. Todos menos nosotras lo son.
-Ya, cállate, y ve hacia la calle, pues te tengo un nuevo mandato.
NOTA: Este personaje es inventado, como en el resto de mis soliloquios (las verdaderas peleas conmigo no las escribo). |