Prueba de fe

Estaba la iglesia llena de hermanos, algunos se jactaban de ser mejores que otros ya que daban mucha ofrenda, y pocas veces fallaban a los servicios que ofrecía la iglesia, incluso algunos retaban a el maligno diciéndose hijos de el gran Dios altísimo y que con el estaban firmes por lo que no temían a nadie.
Seguía la predicación dominical su curso normal, cuando de pronto, un grupo de sicarios provistos con armas largas y cortas irrumpió en el pasillo de la iglesia accionando sus potentes armas al tiempo que uno de ellos dijo: Quines sean Cristianos verdaderos “se quedan” los demás pueden marcharse a ustedes no les aremos daño, uno a uno empezaron a salir tanto hermanos mayores como jóvenes todos cabizbajos y en silencio, quedando solo el pastor y su familia algunos ancianos, y sobretodo unos cuantos jóvenes los cuales no les importaba si morían o Vivian en ese momento, el total de hermanos que quedaron en la iglesia fueron 21 contando a el pastor, esto de una cantidad de mas de 130 miembros, dijo el jefe de los maleantes “ mire hermano busco quien ore por mi y mis muchachos solo eso, pero no quiero que sea una petición de labios hacia fuera sino de personas convencidas de lo que están haciendo ya que se que Dios existe pero no todos lo tienen, así que usted perdone. Dio la orden para que las armas fueran depositadas en el piso y se dio le milagro después de la oración todos sintieron la necesidad de servir a el señor, de nuevo son sicarios pero esta ves de Dios.
Los demás siguen diciendo que son mejores

Prof. Romero