(esta narración esta dedicada, digo por si alguien que no sea él se animara)
Mira...a estas alturas del partido, te puedo ofrecer algunas cosas que pueden servirte para que puedas vivir, con cierta alegría los próximos 50 años de tu vida:
1) La coexistencia perfecta entre ternura y vigor, y no te digo solo eso, te digo esa capacidad de tomarte entre mis brazos y darte amor y mas amor, pero también de mirarte a los ojos y nombrar nuestros errores, sin salir huyendo y enfrentando con naturalidad lo que pueda pasar.
2) Una sensualidad aún en bruto, no trabajada del todo para que puedas seguir modelándola, con mi consentimiento claro, día a día mientras tomamos el café, a la hora de la seducción pura y dura o cuando juego con el borde de la copa de chardonnay.
3) Conversas divertidas e interesantes, nos pasearemos por la contingencia, por la literatura, por las historias, por las novedades del barrio o por como ha estado nuestro día. Ahondaremos en nuestros discursos y sus incoherencias y también en sus coherencias.
4) Te ofrezco un cuerpo, que aunque algo maltratado por los años, los partos, las bajas y subidas de peso, algunas cicatrices de guerras de salud, pero cuerpo al fin y al cabo no cese de llamarte y se ponga feliz mientras vagas por mis valles transversales, o te hundas en mis pantanos cálidos y fangosos. O que se abra mientras escalas con tus manos mis pechos cordillera.
5) También me ofrezco para acoger tus penas y tus dolores, por que tengo un corazón forjado del fuego de las diosas un fuego robado de los poderes mezquinos de este mundo pero que al estar en otras manos se hace un fuego generoso. Pero está, está para eso.
Como puedes ver, amor mío, no son cositas pocas, ni cosas sin importancia. De estas pueden depender en cierta forma tu alegría cotidiana.
Como dijo ella- evaluá lo que te ofrezco-que no es menos, vos decides...
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