En el metro hoy, tarde, cansado, ojos casi cerrados. Sentado mirando al infinito… tratando de no pensar (como dice alguien por ahí), tratando de ser una piedra, ser superior, anima sin necesidades.
Trataba de desconectarme del mundo, buscando viajar por galaxias paralelas, alternas a mi mundo interior, y exterior.
Buscaba evadir problemas, salir de mi y llegar al sol, a Narnia, a Arcadia y encontrar el sol que se apaga… y entristecerme talvez, ir al mundo azul que se sumergió , hablar quizás con Espartaco y volver a casa a la hora de almuerzo…
Todo eso hoy en el metro… el cansancio agobiaba, pesaba el aire, se sentía el ardor de los ojos de los que conmigo estaban, con mochilas de locura, deudas y una que otra culpa que llevaban porsiacaso…
Era distinto poder darme cuenta de nada… de que estaba sin darme cuenta… jeje, me sentía libre, me sentía como alguien dijo y dije yo antes, como una roca… un ser que no necesitaba nada…
Hasta que una voz carraspada, semi ronca, se notaba masculina, afloro desde lo externo, desde la realidad, desde ese pedazo de lata, manejado por un maniquí, esa voz. Que sin remedio me hizo despertar de mi letargo, de mi réquiem, de mi desdoblamiento, para volver a un normal mundo real.
Trate de aferrarme a mi sueño… rasguñaba las paredes de donde estaba… pero caí nuevamente a mi realidad… volví al asiento. Mire enojado, casi borroso, mi vista enfoco en un joven desaliñado, pero con voces cultas, palabras enredadas pero con sabiduría… hablaba sobre cultura y contracultura… en el metro… yo no podía creer, se estaba rompiendo la única ley incorruptible, estaba sacándonos a todos del letargo, con prosas, frases, ambiguas pero sabias, con poesía, reflexión, dolor, amor y canción… por fin, pude volver en si… aun quedaba en mi mente el deseo de despegar y salir de ahí… necesitaba la magia de no estar conciente…pero el niño de gorro de lana, convers, y un diente de oro no dejaba de hablar… solo en los intermedios donde subía la gente el callaba, por el temo que un guardia callara todas sus rimas y proverbios de un solo golpe…
Sin mas tuve que escucharlo… desde pedrero hasta baquedano hablo, y hablo… y de apoco sumergiéndome en la poesía de su alma, comencé a entender lo que hablaba, me daba cuenta que el, era un poeta de verdad, tenia la locura, el ímpetu, la garra…. Necesitaba solo la comprensión… que la señora de enfrente mío no le dio… tomándose la cara, murmurando, “que se calle este wn”… el se dio cuenta y hablando mas fuerte le enterró palabras que la dejaron impactada…
Y todo esto en el metro… fueron 6 estaciones de pura poesía… me pregunte y si fuera una micro?... nadie estaría horrorizado como ahora… claro… por que esos vagones son para que cada uno se valla y muera a los sentimientos de otro, y así no pensar y así no sentirse parte de un mundo en decadencia y soñar, nada mas que fantasías que nos puedan alejar mas de los problemas… lo malo, es que por eso esta el mundo metido en un hoyo… y no puede salir, por que ya no hay amor, no hay poesía, no hay sentimientos que nos puedan ayudar a no salirnos de la realidad… este hombre lo logra… y hablo, talvez nadie lo pesco… pero al final marco, disparo a nuestros cerebros y nos saco de nuestra área acomoda… logro sacarnos del trance… y bueno mostró su necesidad de comunicar, algo mas allá… un poco de realidad a la vena… un poco de dolor, disconformidad, preocupación ociosidad, vituperios, celos, rencor, sumisión, cansancio y un poco de nostalgia que a veces y solo a veces no nos hace nada de mal saber que están ahí!.
Creo que aparte de enseñarme a valorar el momento de tranquilidad que no viví en ese vagón, me enseño que cada uno necesita decir algo… y estar atentos a lo que la gente necesita, es un don… y un don mas grande es poder decirlo… y tener la oportunidad…
No hay que perder esa oportunidad, la de conocer los corazones y darnos cuenta de que no hay algo mas hermoso que poder encontrar la “poesía” en cada persona… ya que es ahí donde están los escritos verdaderos… o creen que a Nereruda, Gabriela Mistral, Antonio Machado, san Juan de la Cruz, García Lorca, Gustavo Bécquer, y Hakim Joshua… la poesía interior, de la vieja del saco, o simplemente del chiquillo de la esquina, no los influencio a escribir sus propios sentimientos… es como esto… gracias al loco del metro… puedo darles esta reflexión sobre la realidad de nuestro mundo y del verdadero sentido de vivir… conocer, experimentar, relacionarse, y empaparse del dolor, amor, decepción, creación, indiferencia, odio y confusión, de las personas para poder realmente comprenderlas y dar una mano a un mundo frío, hacer la diferencia, entre los de afuera y los que de alguna manera tienen un don… para poder con palabras describir hacer sentir identificado a quien realmente fue el creador de nuestros versos… y así darle una mano de agradecimiento diciéndole… si, no estas solo en esto.
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