Se desarma pieza por pieza su vaga ilusión de noche.
Los sueños ya no caen, ahora suben a la imperfección.
Porque se desarma ese dulce sentimiento musical que sale del viento de su boca.
Porque todo es perfecto. Porque nada es imperfecto.
Ni la última gota derrama el vaso, porque la primera se consume con ira.
Ni la puerta se abre, ni tus ojos se cierran. Porque el recuerdo no miente en esta lenta espera.
Si la lluvia es tan corta y rápida, ¿por qué mis llantos son lentos y largos?
Son gotas, gotas de fe. El cielo y yo amigos.
Amigos lloramos de nostalgia por esa nube que nunca se fue y que está aquí esperando la luna llena ¿de la dulce miel?
Porque su piel chocolate respira junto a mis hombros y descansa en el atardecer de mis párpados.
Porque todo gira dentro de lo mismo, tú.
Hermoso hombre que me mira descalzo, tú.
El que me permites amar y disimular. Tú.
Tú y tú. Eclipse de mar.
Claro pasatiempo que despide con los ojos, que besa con su asombro.
El que me permite dejar el miedo y seguir subiendo pieza por pieza la vaga ilusión de noche.
Texto agregado el 28-07-2006, y leído por 118
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