Me resisto en este ocaso,
al desguace de ilusiones
como barcos enfermos.
Amarro mi nave desgastada
con sus innatos sueños,
-mas humildes ahora-
a ese tronco callado
del muelle solitario de la espera
(-esa que no se muere,
hasta que nos morimos-)
Y entre mullida niebla,
lo plasmo como óleo
en cálidos pasteles.-
Aquí en mi puerto nuevo,
recorro mis memorias
desandando mi vida
sobre estas aguas quietas.
El horizonte me mira sin pudores,
desafiante,
insinuando destinos tentadores.
Y mi soberbia
-vigente todavía-,
lo enfrenta a un reto nuevo.
Mis manos,mas cansadas,
intentan leves olas
y desde mis adentros
surge un grito potente,
sirena temeraria
que erguida en voz de mando,
nos anuncia zarpar.-
Como joven navío,levo anclas
decorado en banderas coloridas
y me apronto a reiniciar camino
como aguzada proa,
penetrante y decidida.
Desde la soledad de este nuevo refugio,
me entrego al libre vuelo
de una osada gaviota
y desplegando alas
sin llevar equipaje,
me invento polizón
en un rincón de popa.
Alisto mis ojos de pronto renovados,
mi cuerpo ya vivido,
mis oídos ávidos..-
Ya no navego por mis emociones;
me dejo navegar,
intrusa entre orgullosos cormoranes
que escoltan la cofa alborotados
sabiendo la partida.
Mi pequeñez se humilla
ante ese Sol Real indescriptible
que extasía
y sin fanfarrias,
copula con el mar y no se jacta.-
Desbordan mis pulmones
las esencias marinas,
la brisa salada,
los peces,las piedras,
las nutrientes algas...
Me acaricia la piel
la humedad sutil
que se pega descarada;
transmutándome,
integrándome a la inmortalidad.-
Me transgrede la vida
y sin mirar atrás,
adivino la estela
que marcha a mis espaldas
dividiendo las aguas,
sepultando mis huellas-
Y yo viva,
inmaculadamente viva,
apabullada,
ilimitada, nueva...
y una sombría barca
con sus innatos sueños,
amarrada en un muelle,
abarcada en un óleo,
perdida entre la niebla...
espera mi regreso.-
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