Para poder atrapar un cáctus, primero debes pensar como uno de ellos, ver como uno de ellos, sentir… desde que ha proliferado la industria de la cría de cactus, apetecidos por su preciada carne y su piel, son muchos los que llaman a cazadores expertos como yo y mi equipo, ¿o debería decir mi equipo y yo?, bueno, gente con la mente fría, sin miedo dispuestos a arriesgar sus vidas, enfrentando manadas de cactarias salvajes, desde luego, una vez que han probado el sabor de la libertad, no es posible que quieran volver a las condiciones de hacinamiento de los criaderos, no los culpo, pero yo debo hacer mi trabajo… como decía, los entiendo, los comprendo y algunas veces siento lastima por ellos, pero soy un profesional y debo hacer mi trabajo, mi rifle, mi revolver, mi cuchillo, lo necesario para sobrevivir y por supuesto, mis pitbulls. Los pitbulls son excelentes cazadores, puesto que no ladran y nunca, nunca sienten miedo… no debo dejar rastros y ellos no deben ser capaces de advertir mi presencia, como cuando asechaba a aquella manada, sobre la colina, el repentino cambio de la dirección del viento, mis pitbulls, perdí dos de ellos y aun no se como logre salvar mi vida, me encontraron casi muerto, desangrándome, talvez estuve una semana o quien sabe, pero no los culpo, no los puedo culpar, ambos luchamos por nuestras vidas de cierto modo, aunque yo… son muchos los que piensan, que la gente como yo estamos locos, todos esos oficinistas de cuello y corbata o todas esas personas con vidas que no les pertenecen… supongo. Bueno, es de todo eso de lo que pretendo escapar, aunque en ocasiones yo también siento que me puedo volver un poco loco, sentado en la oscuridad, en vigilia, la luna, las estrellas, las caras de mis pitbulls, mis pitbulls, su mirada… atento, siempre atento, revisando que mi equipo funcione perfectamente… nunca se sabe cunado… Municiones suficientes, bueno chicos, llego el momento, debo terminar mi trabajo… a mi orden, mis queridos pitbulls…

El cazador sobre la colina, está más viejo, más descuidado, ahora comete errores que antes, las mismas técnicas de acecho… como si quisiera que advirtiéramos su presencia… pero esta vez no, esta vez no lo dejaremos ir… si no somos nosotros, serán otros, todos aceptamos jugar este juego, todos aceptamos nuestros destinos, no nos podemos arrepentir de lo que somos…