Esta vez, no estoy contento, es solo el silencio quien otorga en esta mesa cubierta de sueños, de deseos, que quieren salir y caminar, pues solamente tengo aquella copa de vino entre mis yemas pudorosas, que aprietan hasta decir basta el humilde baso. Creo que ya es muy tarde para seguir hablando y es muy temprano para estar bebiendo, pero no tengo otro modo, soy un vagabundo de tomo y lomo y camino rancio cuando alcohol no queda, pero bueno, ahora hay licor y de sobra, entonces debo seguir bailando fuera de la cascada para no seguir cayendo hondo en el precipicio tedioso de los mareos nocturnos y de los despertares secos , pero así soy yo , y seguiré bebiendo, hoy no tengo quien me pare , ni mañana tampoco, veremos pasado, veremos si algún día alguien se acomide a levantarme , o solamente tendré que esperar ser recogido cuando sea el embriagar quien se apiade de las manos levantando mi cuerpo ciego
|