No se si creer, pensar o simplemente dar por hecho, pero muchas veces cuando uno se encuentra agobiado, por algo que no debiera ser motivo de ese estado, lo más llamativo y tentador que resalta y destella delante de nuestros ojos es huir y callar. Asumo que a todos nos debe haber pasado más de alguna vez en la vida, -muy corta por lo demás-, sobre todo cuando comenzamos a comprender el mundo que nos rodea y somos capaces de absorber lo que nuestros sentidos captan, y eso de cierta manera me tranquiliza.
Hay mucho de cierto en que lo más difícil al ser esclavo de los pensamientos y sentimientos, de ser concientes y subjetivos, al fin y al cabo, de ser seres humanos, es huir, pero que fácil es pensarlo y ejecutarlo sin resquemores y arrepentimientos, eso da muestras de nuestras debilidades. Nuestra libertad esta supeditada mucha veces solo a lo que logra salir de nuestros labios al hablar y sin embargo, con solo hacer aquello, podemos estar punzando e interfiriendo en la libertad del otro. He ahí donde callamos, porque pensamos, dirimimos y dudamos, caemos en esa típica escena mental, en donde barajamos causas y consecuencias, tratamos de limpiar lo que pensamos para transmitirlos con palabras y que por favor suene lo más sincero y audible posible, decirnos internamente “pero si digo esto o digo esto otro, no, mejor me callo” y volvemos a caer en el ciclo del “mejor me callo” y en la autoconcepción del “después mejor lo digo” una y otra vez, sin siquiera tener aquello como opciones válidas y tangibles, de manera de aliviar lo que queremos comunicar y que tanto nos agobia y maltrata la mente.
Como desearía hurtar la capacidad de algunos para comunicar, para decir lo que pensamos, sin tergiversar aquello con otros pensamientos majaderos como los que exprese arriba. Todo sería mucho más fácil, pero como digo, no quiero interferir la libertad del otro, no quiero ser el que habla y habla para luego callar porque las consecuencias lo ameritan y obligan; en realidad no quiero ni siquiera pensar en los “porques”, ya me he preguntado muchísimos y en serio, la cantidad de los que no he respondido sobrepasa con creces a los cuales he encontrado respuestas, hasta he tenido que desechar algunos de los últimos para dar más cabida a los que no tienen solución.
Alguien dijo “solo es ciego el que no quiere ver”, pero lamentablemente somos tan humanos y a veces tan incapaces y animales que la oración pasa a ser lo dicho por una persona incomprensible e incomprendida por el entorno, ya que simplemente necesitamos, a parte de ver, oír, degustar, entender, explicar, comentar, opinar, acotar, generar palabras y hasta dibujar para darnos a entender. Somos seres complejos y creo que a veces eso es una desventaja inevitable pero de todas maneras sobrellevable. Sin embargo, como me encantaría que lo que la oración expresa fuera suficientemente necesario para darme a entender y poder decir sin hablar, hago el intento y con muchos esfuerzos, pero creo que muchas veces no basta con solo ver y creo que por eso siempre hay que dar un paso hacia delante y masificar la gama de herramientas que tenemos a mano, es por eso, que he decidido de ahora en adelante ha hablar y no callar jamás.
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